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LAS ESPINITAS...

 

 

En la serenidad y silencio del viaje sonó un teléfono llamando mi atención.

Una voz masculina, joven y temblorosa respondió. No preste atención a su conversación hasta el momento en que escuche esta frase:

No cariño, ella no es nadie para mí...

 

Yo por mis adentros pienso: Eso no es verdad.

 

Siempre es alguien, por mucho que nos empeñemos en enterrar el pasado,

hay algo que siempre vuelve.

Promesas de tiempos mejores perdidos por consecuencias del tiempo,

actitudes compartidas o simplemente un dolor constante por la desilusión.

Ese amor platónico que te abandono a las puertas del cielo,

ese amigo que te traiciona por minúsculos beneficios...

Siempre, en el interior de cada un existe esa persona

que por muy lejos que este siempre vuelve...

 

No podemos culpar a quien se fue por permanecer en nosotros,

ellos tomaron la decisión de marcharse, la pregunta es:

¿porque o lo dejas salir de ti?

 

Somos conscientes del dolor que en muchos casos nos provoca haber perdido, la sensación de ser el motivo y causa de nuestro malestar interior.

La lógica nos empuja a olvidar, pero la conciencia nos frena,

como si el recuerdo del fracaso nos hiciera más fuertes,

pero más frágiles a la vez.

 

En ocasiones el dolor es placentero y sin explicación aparente

el hecho de sufrir nos hace sentir vivos.

Perdemos en el camino personas que con sus promesas nos hicieron creer únicos cuando en realidad la única razón para serlo es creer en nosotros mismos.

 

Traición y fracaso, dolor y lágrimas…

Que importa el pasado cuando el presente es lo único que nos hace ser futuro...

 

19/11/13

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