En este preciso momento podría empezar a enumerar todas las experiencias vividas a tu lado, pero he decidido guardar esos recuerdos en mi baúl de los tesoros para dejar lugar a los que están por llegar.

 

Muchos años han pasado ya desde tu primer abrazo, el momento en el que me sentí protegida del mundo, la sensación de saber que el mundo no podía hacerme daño a tu lado y eso aun sigue pasando.

 

Sabios consejos me has dado en los malos momentos, ánimos y fuerzas en tantos otros y sin lugar a dudas hoy soy quien soy gracias a ti.

 

No puedo olvidar tu sacrificio y esfuerzo realizado durante años en mi beneficio, jamas abandonaste tu objetivo de dar lo mejor de ti

a mi favor y te lo voy a agradecer eternamente.

 

La distancia a causado en muchos momentos tristeza en mi corazón y ese motivo a creado una fortaleza entre nosotros imposible de quebrar.

 

Hoy por hoy mi felicidad es plena y mis objetivos claros, sin lugar a dudas en la actualidad han cambiado las tornas.

 

Dicen que es de sabios saber mirar atrás

si es para mejorar, y eso mismo voy a hacer.

Tienes frente a ti el resultado de años de esfuerzo,

sacrificio y sobretodo amor.

 

Ahora me toca a mi, seré quien vele por tu felicidad, por seguir siendo quien te enorgullece y así no fallarte jamas.

 

En definitiva queda claro que el paso del tiempo es irremediable

y los momentos irrepetibles, pero no podemos negar

que la plenitud entre nosotros esta totalmente asegurada.

 

Por un futuro lleno de momentos únicos,

seguiremos siendo nosotros mismos.

 

Te quiero Papa.