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El soñar de un ciego.

Aquél día...

Aquél día me buscaba entre esas personas: algunas eran simplemente gente, otras, enormes bellezas y también había fantásticas artistas...

Respondieron los inquietos, los curiosos. Otros como yo solo buscaban abrazos. Me perdí en mi propia mente. Me aparté de la corriente. Vino a mi gente decente y escogí amigos locos dementes. Encerré algunas respuestas y desaté algunas preguntas. Vigilé de no alarmarme por mis defectos preocupantes. Traté de no alardear de mis virtudes ilusionantes.

Poco después llegué al destino. Me cabreé por ser distinto a lo esperado. Pero alguna vez escuché que lo importante no es el destino, si no el camino. Entonces pensé...

"¿Disfruté realmente de cada paso dado?¿Me enamoré perdidamente de cada paisaje??Saboreé insaciablemente las imágenes de los parajes?"

Y comprendí la verdad. Que no hay verdad. Que el camino se hace al andar recordé.

Entonces ocurrió. No se como sucedió, pero aquél día me encontré. Aquél día lo celebré. Era el día más feliz de mi vida y, aquél día...

Aquél día entendí que, aquellas personas entre las que me buscaba, me estaban buscando a mi. 



X.A- El soñar de un ciego-

 

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